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sábado, 19 de febrero de 2011

CHINA Y GRUPO DE LOS G-20 VIGILARAN 5 INDICADORES ECONÓMICOS MUNDIALES.

G20 acuerda compromiso sobre desequilibrios económicos.

Las economías dominantes del orbe se comprometieron a vigilar los factores que desequilibran la economía mundial y a los que atribuyeron la exacerbación de la crisis financiera global, dijo el sábado la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde.
Los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los 20 países ricos y en desarrollo lograron que China acepte una lista de cinco indicadores básicos para dar seguimiento a los desequilibrios después de que flexibilizaran el criterio de medición del superávit de cuenta corriente de ese país.
"Las negociaciones han sido francas, a veces tensas", dijo Lagarde, pero al final se logró un compromiso.
Los pagos de intereses derivados de las reservas en divisas de China _las más grandes del mundo_ serán excluidos del cálculo de la balanza de cuenta corriente de ese país, dijo un funcionario.
La balanza de cuenta corriente mide los flujos del comercio y capitales que entran y salen de un país.
Esto convierte al indicador en una combinación entre la balanza de cuenta corriente _el indicador que deseaban la mayoría de países_ y la balanza comercial, el indicador que pretendía China.
El avance se logró gracias a que Alemania y Francia cortejaron con intensidad a China, dijo un funcionario que solicitó el anonimato.
Los otros cuatro indicadores a los que se dará seguimiento son los niveles de deuda pública y privada, las reservas de divisas y las tasas cambiarias verdaderas y efectivas.
El acuerdo supone un triunfo parcial para Francia, que tiene este año la presidencia del G-20. Sin embargo, se difirió para reuniones posteriores, debido a su aspecto complicado, la concertación del nivel en el que los desequilibrios representan un peligro y como podría reducirse éste riesgo.
En una declaración que puso de relieve los próximos obstáculos, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, dijo que se opondría a que se fijen objetivos numéricos específicos para los indicadores. Alemania tiene un superávit de cuenta corriente incluso mayor que el de China en proporción a su producto interno bruto.
Lagarde advirtió a sus colegas que el fracaso para superar los desequilibrios peligrosos podría encaminar al mundo directamente a otra crisis, en tanto que el presidente Nicolas Sarkozy dijo que la autocomplacencia que exhibieron algunos gobiernos podría propiciar la desaparición del G-20.
El grupo coincidió de manera amplia en la necesidad de que países como China incrementen el consumo, ahorren menos y permitan el aumento de valor de sus monedas a fin de que dependan menos de las exportaciones para su crecimiento.
Sin embargo, aspectos sobre la celeridad, los mecanismos y el papel de las políticas estadounidenses suscitaron divisiones.
En las conversaciones se reconoció que ante la crisis, es insostenible el orden de crecimiento económico global como ha sido durante décadas centrado en las compras de Estados unidos al resto del mundo a costillas de un déficit comercial gigantesco mientras que países como China, Alemania y Japón acumulan superávit enormes.
Países como India, China y Brasil, que han surgido como gigantes económicos y políticos por mérito propio, han dado impulso a los intentos para una remozada extrema de la economía mundial.
Las reuniones del G-20 suponen en sí una señal de lo mucho que las cosas han cambiado desde la crisis. Simbolizan el fin de un sistema que ha estado vigente desde la década de 1940 en el que la economía mundial era regida principalmente por un reducido grupo de naciones ricas al que encabezaban Estados Unidos, países de Europa y después Japón.
El foro, establecido en 1999, reúne a países ricos, en desarrollo y potencias emergentes, así como a consumidores y productores de recursos naturales. La Unión Europea también es integrante del G-20.

FUENTE: The Associates Press.

19/02: LA INFLACIÓN EN AMÉRICA LATINA.

Los desastres climáticos que castigaron a América Latina en 2010 hicieron que los precios de los alimentos se incrementaran considerablemente y que como consecuencia la región despidiera el año con índices de inflación superiores a los de 2009.

Ecuador fue el único país donde el indicador de 2010 fue menor al de 2009 (3,33% frente a 4,31%), a pesar de un incremento de los precios de 0,51% en diciembre, debido sobre todo a alimentos y bebidas.

Venezuela se puso a la cabeza de la lista de América Latina con una inflación anual según datos oficiales del 27,2%, 2,1 unidades porcentuales más que en 2009 e incluso más del porcentaje inicialmente previsto, que era del 26,9%.

Le siguen Argentina (10,9% según datos oficiales y entre 23 y 26% según mediciones privadas), Nicaragua (9,23%), Paraguay (7,20%) y Bolivia (7,18%). Perú (2,08%) y El Salvador (2,13%) fueron los países menos inflacionarios el año pasado.

En Brasil, la mayor economía latinoamericana, el coste de vida en 2010 acumuló una subida del 5,91%, con lo que superó la meta del gobierno (4,5%) y la cifra del año anterior (4,31%), según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.

Para el organismo, la subida se explica por el encarecimiento de los alimentos, que consumen el 23,31% del presupuesto de las familias brasileñas y terminaron un 10,39% más costoso, con subidas importantes en productos básicos en la dieta de los pobres como el frijol, que se disparó un 51,49%.

En México, los precios acumularon un alza del 4,4% en el año. Sólo en diciembre subieron un 0,5%, debido sobre todo al costo de limones, cigarrillos, tortillas de maíz y loncherías (tiendas de comida rápida).

La inflación en Argentina fue en 2010 del 10,9%, según el Instituto Nacional de Estadísticas, cuyas mediciones están en tela de juicio desde comienzos de 2007, cuando se hicieron cambios metodológicos.

Las consultoras privadas Ben Asociados y Ecolatina midieron un 23,3% y un 26,6% de inflación, respectivamente. En Bolivia los precios al consumo subieron un 7,18% en 2010. En el caso de Paraguay, con una inflación anual del 7,2%, el Banco Central destaca la elevación de los precios de la carne vacuna.

En Colombia se superó por 0,17 puntos la meta oficial y la inflación cerró en el 3,17%, y en Chile se situó en el 3,0%, levemente superior a las previsiones de los expertos. Uruguay y República Dominicana terminaron con un 6,93% y un 6,24% de inflación, porcentajes dentro de las metas oficiales.

En Costa Rica, los alimentos tuvieron mucho que ver en el 5,82% de inflación, al igual que en el 5,39% por ciento de Guatemala. En esos dos países y en Panamá (3,50%), la inflación cerró dentro de los parámetros establecidos por las autoridades.


FUENTE: AGENCIA EFE.